5 soluciones naturales para reducir el dolor y la inflamación

Es importante, antes de llegar a la parte donde hablamos de las soluciones, conozcamos un poco sobre los tipos de artritis.

Es una enfermedad relativamente frecuente. Según datos estadísticos globales, afecta entre el 0,3 y el 1% de la población, lo que significa que actualmente habría en todo el planeta entre 100 y 200 millones de personas que padecen este trastorno.

Tipos de artritis

El tipo más común es la osteoartritis, que hace que el cartílago al final de cada hueso se rompa. El cartílago se desgasta con los años y luego los huesos se rozan entre sí, lo que da como resultado una articulación inflamada, rígida y dolorosa. Es más común en mujeres que en hombres. 

Luego tenemos la artritis reumatoide, que es una enfermedad autoinmune, en la que el sistema inmunitario ataca e inflama el revestimiento de las articulaciones. Por lo general, comienza en las manos y los pies y puede afectar a adultos de cualquier edad. La AR causa dolor y rigidez constantes.

y está la artritis psoriásica que generalmente afecta a las personas con psoriasis, combina el trastorno de la piel con la inflamación de las articulaciones.

Ahora bien, ¿qué opciones tenemos?

A continuación te damos los mejores remedios para la inflamación:

1. Lo primero que te recomendamos es agregar a tu alimentación el antiinflamatorio más poderoso de la naturaleza: la curcuma. La curcumina, compuesto activo de la cúrcuma, es un polifenol con propiedades altamente antiinflamatorias y con la capacidad de aumentar la cantidad de antioxidantes que produce nuestro cuerpo. En la actualidad, se han interesado mucho más en el estudio de esta especia y en demostrar que con la suplementación se pueden lograr grandes cambios en la salud de nuestro organismo. 

Estudios preliminares en pacientes sugieren que la curcumina puede ayudar a aliviar los síntomas de la artritis. El grupo que solo consumió curcumina tuvo los mejores cambios en sus síntomas, sin un efecto secundario gastrointestinal negativo.

La investigación sobre el uso de curcumina para la osteoartritis es aún más prometedora. En un estudio temprano publicado en Phytotherapy Research, los participantes con osteoartritis de rodilla leve a moderada que tomaron un suplemento de curcumina vieron una disminución en el dolor y la función física después de seis semanas.

2. Realiza ejercicios de bajo impacto como caminar. Es necesario para mantener las articulaciones flexibles y móviles. Aunque pueda parecer contradictorio, el movimiento cuidadoso y regular puede aliviar los síntomas y mejorar la función articular. Mediante ejercicios diseñados específicamente para fortalecer los músculos que rodean las articulaciones afectadas, se puede proporcionar un soporte adicional y reducir la tensión sobre ellas.

Además, la actividad física contribuye a mantener la flexibilidad, lubricación y rango de movimiento en las articulaciones, contrarrestando la rigidez que suele acompañar a la artritis. Es recomendable trabajar con un profesional de la salud o un fisioterapeuta para diseñar un plan de ejercicios adaptado a las necesidades y limitaciones individuales. En última instancia, la actividad física no solo ayuda a manejar los síntomas de la artritis, sino que también fomenta un estilo de vida más activo y saludable en general.

3.  Tanto el frío como el calor son herramientas efectivas para el alivio del dolor articular y la artritis, cada una con sus propios beneficios únicos. La aplicación de frío, ya sea a través de compresas frías o bolsas de hielo, puede reducir la inflamación y entumecimiento en las articulaciones doloridas, ofreciendo un alivio temporal y disminuyendo la sensación de dolor.

Por otro lado, la terapia de calor, mediante almohadillas térmicas o baños calientes, puede relajar los músculos tensos alrededor de las articulaciones y aumentar el flujo sanguíneo, lo que contribuye a aliviar la rigidez y mejorar la movilidad. La elección entre frío y calor depende del tipo de dolor y los síntomas presentes, y muchos encuentran que alternar entre ambas terapias puede ser especialmente efectivo. Siempre es aconsejable consultar a un profesional de la salud para determinar cuál enfoque es más adecuado para cada situación individual.

4. La glucosamina es un compuesto natural que se encuentra en el cartílago, el sulfato de glucosamina (cuando se combina con condroitina) aumenta la lubricación y disminuye la inflamación. Los niveles de glucosamina natural caen a medida que envejecemos. Suplementar este compuesto, puede ser muy beneficioso para tu artritis. Esta es extraída de los mariscos, así que antes de usarla, consulte a un médico si tiene alergia a los mariscos.

5. Por último y una de las más importantes, es llevar una dieta balanceada y saludable. Donde tu cuerpo pueda absorber una gran cantidad de vitaminas y nutrientes. 

• Verduras y hortalizas. 
• Huevos, pescados.
• Antioxidantes como: Arándanos, moras, fresas, arándanos, frambuesas y moras ofrecen una fuerza de combate contra la artritis.
• Té verde.
• Frutas como la papaya y la sandía. Naranjas, limones y toronjas cítricos con vitamina C.
• El vinagre de sidra de manzana (ACV) contiene pectina, ácido acético y ácido málico, todos los cuales absorben las toxinas y las eliminan del cuerpo. ACV disuelve los cristales de ácido que se acumulan en las articulaciones, causando dolor.
• Agua de coco.
• Cúrcuma.

Los síntomas también se agravan con el pan blanco, la pasta, el arroz y la mayoría de los alimentos envasados ​​sin valor nutricional. 

La cúrcuma de Venezuela es 9.000 veces más concentrada que cualquier cúrcuma del mundo.

Al día de hoy, hay más de 6.600 estudios sobre los beneficios de la cúrcuma publicados en PubMed, una base de datos de acceso libre y especializada en ciencias de la salud, con más de 19 millones de referencias bibliográficas.

¿Cómo consumir el té de cúrcuma?

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