Belleza y vanidad: una exploración reflexiva

La autoestima ha sido descrita de tantas maneras que se ha vuelto material de estudio. Sin embargo, la psiquiatra Marian Rojas Estapé, la describe en una simple frase: "La autoestima es la voz interior que te habla y te describe a ti misma".

Es decir, si quieres saber tu grado de autoestima, escucha cómo te hablas a ti misma, cómo describes tus acciones a diario, qué piensas de tu cuerpo, de tu piel, de tu vida, de tus metas, de tu forma de hablar, de vestir, de comportarte, y un largo etcétera. También los automensajes y mandatos que tienes en tu mente sobre ti misma/o. Todo esto puede darte una idea de cómo es tu autoestima, allí está todo y ahí están todas las claves para formar un constructo mental saludable sobre la opinión que tienes de ti misma.

Disfrutando de hacer ejercicio al aire libre en Perth, Australia

La relación entre la belleza y el autoestima

La psicología ha demostrado un vínculo estrecho entre la belleza femenina, el autoconcepto de esta y el desarrollo en las otras áreas de la vida. Es decir, una mujer que se siente bonita tiene mejor desempeño en las demás áreas de su propia vida.

Hablemos de belleza...

La belleza es absolutamente subjetiva, depende exclusivamente de un concepto previo mental y la siguiente comparación de lo observado. Ese concepto previo establecido es creado por dos fuentes fundamentales:

1. Las creencias externas.
2. La autodefinición interna de mí misma.

La primera es social y no depende de nosotros como individuos. Sino como grupo de individuos tiene un impacto en nosotros. Sin embargo, no va a determinar nuestra autoestima, es menos poderoso que la segunda y es el autoconcepto que tenemos hacia nosotros mismos. Este sí que tiene toda la potencia para construir una autoestima positiva constructiva o una autoestima destructiva.

¿Por qué es de suma importancia el autoconcepto de belleza que tengamos de nosotros mismos? Porque esto te da seguridad, y la seguridad es necesaria a nivel psicológico para arriesgarnos. Arriesgarse es el paso fundamental para hacer algo con nuestras vidas.

Es decir, si te sientes bien con tu autoimagen, esto te da seguridad y en el cerebro existen cambios neurológicos importante para tomar acción en la vida y construir algo, enfrentar un reto, tomar las oportunidades que nos surjan y resolver conflictos tanto internos como externos.

Lo contrario es inseguridad y esto genera miedo, y cuando hay miedo en exceso no me atrevo, y el miedo constante debilita el cerebro y el sistema inmune. Ese miedo genera una intoxicación de cortisol y esto ocasiona daños a a nivel físico y mental. A nivel físico y a nivel de belleza que es lo que hoy nos concierne.

La gestión de las emociones es el gran éxito y la puerta de entrada al equilibrio personal y al bienestar emocional.

– Marían Rojas Estapé.

La intoxicación por cortisol

Déjame explicarte: cuando estamos intoxicados de cortisol, el cuerpo no puede generar un buen colágeno, nuestros fibroblastos no funcionan correctamente y esto desencadena la aparición de manchas, arrugas y una piel apagada y sin brillo. Esto se debe a que cuando hay cortisol, cuando experimentamos una sensación de amenaza, el cerebro asume que estamos en peligro de muerte y activa el sistema de supervivencia. En ese momento, el cuerpo, de manera sabia, decide que no tiene suficiente energía ni tiempo para ocuparse de la piel, ya que considera que no es esencial para mantenernos vivos.

Por lo tanto, es importante cuidar lo que consumimos en términos de nutrientes y energía.

El cuerpo dice: "No necesito lucir guapa ni tener una piel hermosa para luchar y correr, para salvarme de la situación de amenaza". Así que apaga todos los sistemas degenerativos de la piel y comienza a acumular reservas de combustible para futuros combates, almacenándolo en forma de grasa abdominal, es decir, el abdomen comienza a crecer.

La relación entre emociones y tu piel

Una persona que experimenta periodos de infelicidad causados por la intoxicación de cortisol muestra de inmediato señales en su rostro y piel. Puede haber ojeras, un aspecto demacrado y falta de brillo en el tono de piel. La circulación en esta área no es buena y puede haber retención de líquidos. Esto crea un ciclo en el que te ves en el espejo y te sientes peor. Por lo tanto, cuando comenzamos a cuidar nuestro aspecto exterior, podemos contribuir a mejorar nuestra autoimagen y comenzar a experimentar estados de ánimo más positivos, lo que a su vez colabora con una mejor autoestima.

Cuidar la estética de nuestro cuerpo puede ayudar en la construcción de una mejor autoestima.

– Jessica Wellness

Al final del día, pasamos todo el día en nuestro cuerpo. Nos miramos en el espejo, observamos nuestras manos y nuestra piel. Sentimos estar dentro de él de una forma u otra. Prestamos atención a cómo nos queda la ropa, si nos sentimos cómodos con ella o si nos sentimos incómodos, etc.

Nuestro cuerpo es nuestro recipiente. Si colaboramos para que este cuerpo físico esté en mejores condiciones, nuestra autoestima puede mejorar, lo que genera un efecto positivo en otras áreas de nuestra vida.

Cuando te sientes bien, tu cuerpo puede rendir mejor. Al mirarte al espejo, verás un rostro radiante. Como dice la psicología: "es el reflejo del alma". Estarás en una mejor posición para enfrentar tus desafíos, aprovechar oportunidades, mantener relaciones interpersonales y todo lo que implica nuestra vida. Por lo tanto, el autocuidado, incluido el cuidado de nuestra piel, especialmente la del rostro, es importante en todas las áreas de la vida. No se trata solo de vanidad, sino de aprovechar las oportunidades que se nos presentan.